Draculena vivía sola con su gato Merlín y nunca salían de allí. Toda la gente que vivía en el pueblo de al lado, pensaban que estaba abandonada.
Draculena un día salió con su gato Merlín y cuando la vieron todos empezaron a correr de un lado a otro.
Draculena tenía un poco de miedo por asustar a las señoras y señores que vivían por allí, así que volvió rápidamente a la mansión. Bajó a cenar, sacó del armario mucha comida y después abrió el armario y cogió una copa, pero se tropezó y cayó, cayó, cayó.
Cuando dejo de caer Dracuelena abrió los ojos y vio una hermosa sala adornada por diamantes y oro y cuatro preciosas puertas.
Abrió una de ellas y vio un hermoso anillo mágico, lo tocó y en su cabeza halló el hada de las flores. Se llamaba Florentella y era un hada muy buena que le dijo.
-Ese es el anillo de la magia, tiene el poder del fuego- cuando dejó de hablar en el anillo aparecieron todos los poderes.
Dracuelena muy invencible.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Elizsi.
Cáceres 26 de Julio de 2011-